Lograr el beneficio integral y nutricional de niños, adolescentes y voluntarios de esta comunidad es el objetivo que perseguimos con este proyecto, que a la fecha atiende a 80 beneficiarios (70 menores y 10 madres voluntarias) en condición de inseguridad alimentaria. Adicionalmente, conscientes de la importancia del arte como herramienta para el desarrollo social, de las habilidades creativas y del bienestar emocional, organizamos actividades con artistas, artesanos y talleristas dirigidas a esta población.
Las edades de los niños y adolescentes atendidos oscilan entre 2 y 18 años, integrados en su totalidad al sistema educativo en las etapas inicial, primaria y media diversificada.
Los niños beneficiarios del Proyecto Integral de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida tienen asimismo la oportunidad de participar en actividades culturales y recreativas.
80 beneficiarios directos
Más de 320 beneficiarios indirectos
44.228 comidas servidas (almuerzo y merienda)
(Septiembre 2021 a Octubre 2024)
95% de eficiencia
Una de nuestras principales líneas de acción es el apoyo al tejido creativo en los ámbitos del arte, la artesanía y la cultura en general. Bajo este precepto creamos el proyecto de Residencia Musical cuya finalidad es contribuir a que el músico centre su atención en su proceso formativo.
Dentro del programa Hacedores de país, en 2021, en alianza con el Conservatorio de Música y Danza Alberto Requena y la Alianza Francesa de Margarita, comenzamos a ejecutar el Proyecto de Formación Musical. Este consiste en ofrecer a jóvenes músicos instrumentistas la oportunidad de desarrollar sus talentos mediante técnicas pedagógicas impartidas por profesionales calificados, como parte de su preparación para ingresar en conservatorios de renombre internacional o cultivarse como profesionales de la música y/o docentes en nuestro país, lo que les permitirá convertirse en multiplicadores de los conocimientos adquiridos.
Junto a la educación musical, el proceso formativo de estos jóvenes instrumentistas contempla, entre otros aspectos, la lectura y discusión de temas sobre historia universal e historia del arte, cursos de mejoramiento de la expresión y comunicación verbal, así como la enseñanza de idiomas, dotándolos de herramientas que les proporcionarán ventajas no solo a nivel personal, sino también en los ámbitos profesionales y académicos.
Consideramos necesario, asimismo, brindarles la oportunidad de compartir experiencias didácticas con maestros nacionales e internacionales, por lo que estamos siempre dispuestos a apoyar actividades y eventos que propicien estos encuentros, tal como ocurre con el Festival Internacional de Guitarra Clásica que se celebra en la isla de Margarita.
El clarinetista y saxofonista Edgar Parra Torres y el violinista Eros Padrón Quijada, dos de los tres jóvenes músicos beneficiados en la primera etapa de nuestro Proyecto de Formación Musical (2021-2022), quienes fueron admitidos en prestigiosos conservatorios franceses.
Clase magistral de revisión repertorial y técnicas de guitarra clásica, impartida en el Conservatorio de Música y Danza Alberto Requena, por los maestros costarricenses Sergio Carrera y Henry Calvo, en el Festival Internacional de Guitarra Clásica, celebrado en julio de 2023.
214 beneficiarios directos
Más de 710 beneficiarios indirectos
15 cátedras de formación musical
30% de incremento de estudiantes
Creada en 1962 por la Dirección de Educación de la Gobernación del estado, la Escuela Taller de Cerámica El Cercado, con el apoyo de nuestra Fundación y la labor de los maestros artesanos y sus aprendices, ha sido sometida a un proceso de recuperación de sus espacios, lo que le permitirá cumplir con el propósito para el que fue concebida: mantener y transmitir la tradición locera de la región y garantizar la incorporación de las nuevas generaciones al oficio.
Especial significación tiene para nosotros el proyecto de rehabilitación de la planta física de la Escuela Taller de Cerámica El Cercado, comunidad con la que, desde la publicación del libro La artesanía popular de El Cercado. Isla de Margarita (2016), de la investigadora Nelly Barbieri, nos comprometimos en seguir avanzando en la documentación y preservación de su ancestral tradición locera, alrededor de la cual gira parte de la economía de este poblado insular. La ejecución del proyecto, desarrollado como parte del programa Hacedores de país, cuenta con el liderazgo del maestro alfarero Juan José Bermúdez y demás miembros del cuerpo docente de la institución, quienes continúan el legado de sus mayores y mantienen viva una práctica a la que se han ido sumando las nuevas generaciones.
Con la revitalización y el fortalecimiento de la Escuela Taller de Cerámica El Cercado, los cultores del barro dispondrán de un espacio para la formación, documentación y exhibición de su obra, lo que redundará en la revalorización y el impulso de esta actividad. Asimismo, se proyecta como un lugar con disposición y condiciones para acoger a investigadores y creadores, tanto nacionales como extranjeros, interesados en conocer las técnicas de producción artesanal que allí se emplean desde hace siglos.
La publicación de este libro, en 2016, fue el primer paso para una vinculación que se extiende hasta hoy, y que nos compromete a propiciar y generar acciones tendientes a preservar y promover la tradición locera de El Cercado.
Mantener la tradición para las generaciones actuales y futuras fue labor de varias generaciones de loceras que hicieron escuela, entre ellas Carmen Elena Domínguez de Brito cuyo trabajo ha sido reconocido por su excelente factura.
Asistencia a grupos escolares
437 beneficiarios directos
(Periodo escolar 2023-2024)
Actividades permanentes a través de residencias artísticas
Constituyen una iniciativa encaminada a fomentar la creación y la investigación artística y artesanal, el intercambio de ideas, conceptos estéticos y la conexión multicultural entre creadores provenientes de diversas geografías.
Retornar a lo que fue, sacar del foso la fe es una exposición que pone en valor los vínculos entre saberes artesanales (alfarería, cestería y tejido) y sus resonancias en la contemporaneidad a través del trabajo de Francisca Sosa López, artista multidisciplinar venezolana residenciada en Londres.
La línea de investigación, trabajo y trayectoria de Francisca Sosa López permite el desarrollo de este proyecto en el que confluyen lo artesanal y lo contemporáneo, pues la residencia en la isla de Margarita le ofreció a la artista la oportunidad de reencontrarse con Venezuela por un largo período de tiempo y aprender de las tradiciones de los artesanos de la región. Partiendo del debate histórico que tuvo lugar durante el Renacimiento en torno a las diferencias o límites entre las figuras del artesano y el artista, uno de los objetivos cardinales de la residencia consistió en -respetando siempre la herencia y el conocimiento transmitido por los artesanos de la isla- ampliar o resignificar desde una perspectiva contemporánea el uso y las posibilidades de los materiales y objetos tradicionales. Con este fin, la artista investigó los hábitos diarios de los artesanos, la historia y la función de cada manifestación artesanal, así como la intencionalidad y función inherente a cada uno los objetos en los que se interesó. En este proceso ideó y construyó un conjunto de cuatro obras de naturaleza instalativa a partir de diversos objetos originarios de la artesanía insular. Para cada una de las instalaciones concebidas para esta muestra, la artista subvierte o trastoca la función utilitaria del objeto original creando nuevas configuraciones en las que se establece un diálogo o tensión entre lo tradicional y lo contemporáneo. Así mismo, Francisca Sosa López deja huella de su quehacer interviniendo matérica y/o pictóricamente la confección final de algunos de los objetos utilizados, rindiendo tributo al acto de urdir.
El trabajo y la práctica artística de Francisca Sosa López reflexiona y explora su nexo con el hogar, con el país, con sus tradiciones. La experiencia de la migración y su condición de mujer son, también, temas verticales que se cruzan con sus indagaciones originarias.
Su obra se construye a partir del dibujo, la pintura, el ensamblaje el collage y lo textil para elaborar piezas de naturaleza instalativa que van adquiriendo corporeidad, muchas veces, a través de formatos que juegan con el volumen y con lo tridimensional. Se trata de una obra de naturaleza abstracta con profundos ecos contemporáneos tanto en su narrativa como en su concreción técnica.
«Me siento profundamente agradecida con la comunidad de El Cercado por su participación en esta Residencia. Fue un intercambio franco y enriquecedor, donde todos compartieron generosamente sus conocimientos. A la vez, tuve la oportunidad de mostrarles un poco de lo que se está haciendo en el arte contemporáneo y la cerámica a nivel mundial.
Durante nuestra estancia, no solo tuvimos charlas y visualizamos imágenes, sino que también trabajamos directamente en la creación. Con los jóvenes ceramistas, se dio un intercambio de sugerencias e ideas inspiradas en mi obra, en las que pude ofrecer retroalimentación y proponer cambios o nuevas formas que podían explorar. Experimentamos con texturas nuevas, utilizando elementos como palmas y maíz, los cuales son para mí de gran importancia, ya que representan el pan de las Américas y están asociados a numerosos mitos creacionales de esta parte del mundo.
El resultado fue una diversidad de piezas ricas en texturas rústicas, bruñidas y cocidas a cielo abierto. Estoy muy contenta de llevarme algunas de estas piezas para presentarlas en la feria Frieze de Londres con la galería Cecilia Brunson. También me enorgullece dejar esta colaboración entre Hacedores de País, la Escuela Taller de Cerámica El Cercado, Fundación ArtesanoGroup y Abra Caracas, quienes continuarán este proyecto en el marco de mi exposición en Caracas, titulada Morada Vegetal, abierta hasta el 15 de septiembre. Algunas de las piezas de El Cercado quedarán en la trastienda para que puedan apreciar el resultado de estos días intensos de compartir, crear, conocernos y disfrutar de la compañía de esta hermosa comunidad».